Transforma tu Ecologia Interna

Sera necesaria una reflexión muy profunda sobre lo 'ecológico' para
poder llegar a transformar nuestra ecología interna y así realizar
nuestro ser. Desde el siglo XVII, la cultura occidental ha definido
lo ecológico, la naturaleza, el medio ambiente como algo separado,
distinto, ajeno al individuo y, por ende, la sociedad y la cultura.
Esto produjo una concepción del ser humano como una entidad superior,
por encima, y separada de la naturaleza. Desde ese tiempo hemos
desarrollado teorías de desarrollo de la personalidad y filosofías de
la realización del ser dentro de este marco de separación. Hemos
concebido nuestra estructura psíquica, nuestra alma, nuestro ser real
como esencias que existen en aislamiento de lo ecológico. Es como si
el desarrollo de la personalidad y la iluminación del alma tuvieran
lugar sobrepasando, distanciándose de la naturaleza. A veces se dice
que estableceremos nuestra identidad espiritual cuando dejemos atrás
el cuerpo, lo animal, lo que nos ata a la naturaleza.

Más aun, muchas veces el camino espiritual se define como un proceso
de control y de dominio sobre la naturaleza. En la cultura occidental,
es decir, Europa y USA, muy en particular en el siglo XIX, 5 grandes
supuesto definieron esa cultura y guiaron sus acciones: (1) el ser
humano es el único que tiene alma y es superior a los animales y a la
naturaleza, (2) no solo es superior sino que tiene dominio sobre los
seres definidos como inferiores, es decir, puede usarlos, destruirlos,
venderlos y utilizarlos de la manera que mejor le surta beneficio, (3)
lo que es inferior está al servicio de lo que es superior y por lo
tanto, el ser humano en tanto que superior tiene derecho sobre los
bienes y la vida de todo lo que define como inferior. (4) Por
supuesto, esta cultura definió a la mujer, los nativos de América, los
africanos y todos los que no eran europeos occidentales como
inferiores y por lo tanto se justificaba moralmente la utilización y
la explotación de los seres llamados inferiores. Estos seres eran
considerados inferiores porque estaban más cerca de la naturaleza,
eran seres que se podrían confundir con un animal o un bosque. Por
ultimo, (5) lo natural, que no ha sido tocado por el hombre se
considero salvaje, peligroso, no confiable y por lo tanto malo, del
demonio.

Te puedes imaginar cómo estos patrones culturales han justificado la
esclavitud, la subyugación de la mujer, la explotación de la
naturaleza y, además, como, por siglos, la cultura dominante nos ha
socializado en una creencia de que lo natural, lo ecológico, es para
ser usado, es malo, es inferior, es del demonio. Pienso que nunca el
ser humano ha sido menos humano, más cruel, más devastador, más
miserable que cuando se definió como superior, con dominio, y por
encima de la naturaleza.

Con razón, las teorías de desarrollo de la personalidad en la ciencia
y las perspectivas sobre la realización espiritual están a menudo
influenciadas por esos valores de tal manera que para ser más humanos,
mas civilizados, mas espirituales se nos inculca alejarnos de la
naturaleza, dominarla, y utilizarla para nuestro beneficio. Todo lo
que se le aproxime tal como el cuerpo, individuos de otras culturas,
los animales, los bosques, etc. son vistos con temor, como una
tentación que nos podría desviar del camino espiritual, un sendero que
se ve como en la dirección opuesta a la naturaleza.

El ser humano no podrá nunca realizarse si no reevalúa profundamente
su relación con lo ecológico, con lo que ha separado de sí mismo,
tanto interna como externamente. La verdadera unión no podría tener
lugar separándose de lo natural. El samadhi in vitro, ajeno a la
naturaleza no es un verdadero samadhi. La naturaleza es el contexto
dentro del cual nos desarrollamos. No existe un ser real, interno,
divorciado de lo natural. No nos acercamos mas a Dios renegando de la
mujer, la madre, la naturaleza. No es dominándola que nuestros
poderes internos se manifestaran sino mas bien respetándola y
agradeciendo que existimos dentro y como parte de ella. Tal vez, el
gran secreto del ser interno se encuentra en lo ecológico. El camino
espiritual entonces se redefiniría como el restablecimiento de una
nueva relación con la naturaleza como parte de, en unión, dentro de la
Naturaleza. Lo ecológico no sería ya mas lo de mas allá, eso que esta
allí y necesita protegerse sino que sería lo que somos, lo que nos
nutre, lo que nos provee todo para nuestra realización, inclusive nos
da la oportunidad de vislumbrar ese ser interior, esa luz, como parte
de nuestra naturaleza humana.

ENSEÑANZA DEL REVERENDO GAGPA LUIS SFEIR